jueves, 15 de diciembre de 2011

Durban

Hay veces, que cuando veo u oigo comentarios sobre las cumbres, que con tanto bombo anuncian y están presentes en los telediarios durante días, me da la sensación de que mandan a mis sobrinos a ellas. Las resoluciones, o mejor dicho la falta de ellas, están sujetas a intereses en algunos casos digno de estudio por profesionales de la psicología, y en otras ocasiones por profesionales de los jardines de infancia.
En Durban ha sido el colmo, los "países emergentes" no quieren cumplir los compromisos porque ahora les toca a ellos sobre explotar su parte. Mi sobrina diría: "jooooo, tu has roto tus bosques y ahora yo no puedo romper los mios, eso no vale", que es practicamente lo que han dicho China o Brasil. Estados Unidos no cumple los compromisos porque otros no quieren cumplirlos, o ponen condiciones. Mi otra sobrina diría: "jooooo, por que ella no y yo si". A todo esto se le añaden los intereses de las grandes multinacionales de la energía y la automoción, en el que el egoísmo es tal, que prefieren joder el planeta antes de ceder un euro, aunque sean sus propios hijos los que lo sufran. Canadá se borra del compromiso para evitar multas. Mi sobrino diría: "yo juego solo y así nunca pierdo".
En fin, que después de ver las continuas reuniones de los parlamentarios europeos discutiendo sobre la crisis, que no buscando soluciones, y estos de las cumbres sobre medio ambiente o sobre derechos humanos o sobre la legalidad del pueblo Palestino, me queda una sensación extraña y sobre todo una pregunta: ¿ Hay alguien mas ahí ?