sábado, 11 de febrero de 2012

El ultimo Samurai

Ese año estuvo lloviznando en todo momento, y como la armadura estaba hecha en cartón, tenía la preocupación de que se reblandeciera demasiado y se rompiera. Siempre pensamos en esa posibilidad, pero hasta este año no pasó de forma tan continua, por eso el cartón que usé (y suelo usar) es uno laminado de 5 milímetros, y además lleva varias capas de cola blanca de carpintero, que eso lo plastifica prácticamente.

Lo que mas me sorprendió fue la cantidad de metros de cordón de zapatos, en mi caso de color rojo, que tuvimos que usar para hacer los enlaces de las diferentes placas que conforman la armadura. Esta se compone de diferentes partes, lleva dos placas (una delante y otra para la espalda) en la que se hacen diferentes orificios para fijar las otras placas y para unirlas entre si. Después se hacen las uniones de los hombros, que son dos placas curvadas que unen los dos petos principales y donde se unen las hombreras. Estas llevaban una placa vertical para proteger el cuello y que además sirve para conseguir una curvatura mas rígida. El resto lo componen las diferentes plaquitas, que se van uniendo con mucha paciencia a los petos principales.




Una vez hecho el peto, se sigue, con la misma paciencia, uniendo las placas que componen las hombreras y las del faldón (5 grupos de 7 laminas). El adorno de la parte superior del peto, lo hice con dos varillas de un abanico chino pintadas de dorado.


Cuando terminamos el pasacalles, cenamos algo (como siempre) y dispusimos el cuerpo al deleite del sake.


1 comentario:

felix dijo...

genial, como siempre ¡¡¡